Murió Charlie, El Mono Fumador

Q.E.P.D.
1958-2010

Su vida en imágenes.

De origen humilde, ya desde la infancia a Charlie el Mono Fumador le picó el bichito del espectáculo, que lo llevó a arrancar con un -al principio bochornoso- acto de ventriloquismo. Logró, no obstante, obtener espacio en todo un bloque de un programa de Badía de los días Sábados. Luego de que el acto empeorara, y decidido a permanecer bajo las luces y ver brillar su nombre en las marquesinas, se volcó al mundo de la música, pasando por varios estilos.

Logró integrar la primera formación de 'Los Pericos', pero fue invitado a abandonar la banda debido a su insistencia en querer mudar el nombre del grupo a 'Los Monitos', aduciendo que era OBVIO que un mono era más de posta que un perico en cuanto al reggae.

Pasa entonces por varias bandas, hasta que consigue un trabajo semi-estable en una banda tributo a Village People, con actuaciones contratadas en cruceros gay y en el boliche 'América'. El dinero es bueno, pero es echado de la pintoresca agrupación al descubrirse que no es gay. '¡Y a mucha honra!' diría dedicándole a sus ex-compañeros un corte de manga, acomodándose los pantalones de cuero cola-less.

Bajoneado y con su anatomía llena de preguntas, descubre el Blues, genero que ignora a Charlie categoricamente, pero que él insiste en interpretar a pesar de todo. Forma 'La Mississipi', consiguiendo muy buenos músicos, quienes al primer ensayo le dicen 'Ehh... esto NO ES Blues... Estás tocando una gaita.'

No obstante, los músicos se llevan bien entre sí. Deciden echar a Charlie y quedarse con el nombre de la banda. El Mono, preocupado, agarra el vicio del cigarrillo.

'Que se caguen', le dice a quien quiera escuchar. Convencido de que no necesita a nadie, comienza un proyecto solista de guitarra instrumental. Toca demasiado despacio debido a su generoso pelaje. Pero se cumple su convicción de no necesitar a nadie: organiza un concierto en una plaza de Luis Guillón y no va nadie. Una familia que había llevado a su nene a los juegos, toma al niño violentamente del brazo y se retira. Comienza a fumar tres paquetes de Particulares por día.

Por fin la suerte le sonríe o se le caga de risa y consigue trabajo como patiño en un programa de Petinatto. Está de comodín: a veces hace de columnista, otras de opinólogo, otras ayuda a Petinatto teniéndole el cartel que dice 'inhale - exhale'. Pero al menos gana dinero mientras la gente se burla de él.

Polémico, bardeando a Riquelme en el programa de Petinatto.

Un utilero le dice que le gustan sus opiniones, y él, envalentonado, comienza a interesarse por la política y la actualidad y consigue trabajo como notero de Feinman.

En cierta oportunidad escribe una nota alabando la gestión de Bush. Un diario afgano levanta la nota.

Se come tres años de cárcel. Descubre a Alá, a Dios, a Jeovah y a Gianni Lunadei. Cambia de Particulares a Paruchos. Cuatro paquetes.

Sale de la cárcel con una particular visión del mundo, y siente que es su deber compartir lo que experimenta con los demás. Recibe un curso de cine por correo y a la semana tiene a medio terminar su primera incursión en el séptimo arte.

Su primer y controversial cortometraje, 'Rompiéndole las pelotas a dos tigres hasta que se las tomen', protagonizada por su 'hermano del alma', Rodolfo 'Ladilla' Lambresani. Guionada y dirigida por el mismo Charlie, narra en el estilo de los grandes de inicios del cine en la veta Buster Keaton las viscisitudes de un mono que debe resolver cómo romperle las pelotas a dos tigres hasta que se las tomen. Dice 'IMDB': "Atrevida". Clarín Espectáculos: 'Está llamada a convertirse en una pieza de culto. La opera prima de Charlie el Mono Fumador verdaderamente refleja el estigma de ser un mono que se ve obligado instintivamente a romperle las pelotas a dos tigres hasta que se las tomen'. Catalina Dlugi: 'No la entendí, pero me rompió mucho las pelotas'.

Gana un poco de renombre, respaldado por las buenas críticas y los premios obtenidos en festivales como Cine Dawn 2002 y particularmente el Canadian Cinema Awards, auspiciado por la embajada de Polonia en el Uruguay. Las mujeres rápidas se le acercan automáticamente. Su afición a los gatos no lo ayuda demasiado a mostrar resistencia a sus avances.

En 2004 se deteriora su imagen pública al darse a conocer un video de contenido erótico filmado sin su consentimiento junto a la Mona Jimenez y comenzaría su lenta caída. 'Era un momento privado; sólo expresabamos nuestro cariño naturalmente', declararía ya alejado de la Mona. 'Pensé que se me iba a armar más quilombo por el espejo con merca o por los siameses con portaligas que aparecen a los 56'37", justo antes de la escena en el geriátrico', diría, reflexivo.

Charlie, o -como era llamado en su entorno más íntimo- 'hijo de puta' entraría en un espiral depresivo luego de este incidente, tanto por la cinta como por el paradero del espejo con merca, del cual no volvió a saberse y había costado fortuna.

Vergüenza pública

Decidido a salir del mal momento, entabla una entrañable, fraternal amistad con Luisa Delfino y se vuelca al deporte. Con Luisa comparte el vicio por el Mantecol Marmolado y los cigarrillos abundantes, pero con el tiempo se da cuenta de que Luisa le fuma los fasos a escondidas.

Es casualmente corriendo a Luisa con una cuchilla para que le reembolsara los cigarrillos vilmente choreados que accidentalmente le pega a la heladera con un tobillo, truncando así una muy poco prometedora carrera en el mundo del skate. Deprimido, se interna en una granja de rehabilitación donde pasa sus días a base de tranquilizantes equinos y puchos que le arrojan los familiares de otros internados, hasta su lamentable fin.

Aguante, Charlie, aguante. Donde estás ya no hay tos.